Del miedo al micrófono a dar clases en inglés

“¿Me estás diciendo que tengo que hablar en inglés frente a todos?” Esa fue mi primera reacción cuando, en segundo semestre, la profesora anunció que cada uno debía presentar una mini clase completamente en inglés. Sentí que el corazón se me iba a salir.

En esos días, estudiar Lengua Inglesa no era lo que había imaginado. No se trataba solo de leer textos o traducir canciones; había que exponer, debatir, analizar películas, leer en voz alta… y sí, enseñar. Recuerdo haber pasado horas practicando cómo pronunciar “through” sin que sonara a estornudo. Pero también recuerdo la primera vez que lo logré sin trabarme, y la cara de la profesora diciendo: “Ahora sí te creí”.
Lo que parecía imposible fue convirtiéndose en parte de mi día a día. Con cada presentación, perdía un poco de miedo. Con cada clase observada, entendía mejor qué significa ser docente de inglés: no solo es saber el idioma, sino saber compartirlo. Hoy, cuando me paro frente a un grupo, ya no tiemblo. Sonrío. Porque cada error del pasado fue un paso que me trajo hasta aquí.
Comprender estos temas no es solo tarea de expertos; es parte de ser ciudadanos activos en un mundo cada vez más conectado. Aprender inglés no es solo estudiar un idioma, es construir una voz.

Entradas populares