¿Por qué seguimos enseñando inglés como si fuera 1950?

¿Recuerdas esas clases de inglés en las que solo repetías listas de verbos y traducías oraciones? Muchos todavía aprenden así… aunque el mundo haya cambiado por completo.


La enseñanza del inglés en muchas escuelas y academias sigue anclada en métodos anticuados, centrados en memorizar y traducir, sin espacio para el pensamiento crítico o la comunicación real. Esto no solo desmotiva, sino que también genera generaciones de estudiantes que *leen* inglés, pero no lo *hablan*. En una era donde puedes tener una videollamada con alguien en Australia o ver una serie sin subtítulos, ¿por qué seguimos enseñando como si el inglés fuera solo para pasar exámenes?

Como estudiantes de Lengua Inglesa, aprendemos que un idioma se vive, no se recita. La enseñanza moderna debería incluir debates, proyectos, interacción, herramientas digitales y situaciones reales. Por ejemplo, ¿por qué no practicar inglés grabando un podcast o haciendo una reseña de tu videojuego favorito? Esas actividades conectan el idioma con la vida real. Enseñar solo con reglas y libros es como aprender a nadar leyendo un manual… sin tocar el agua.


Transformar la forma en que enseñamos inglés no es un lujo, es una necesidad. No se trata solo de cambiar libros, sino de cambiar mentalidades.

Comprender estos temas no es solo tarea de expertos; es parte de ser ciudadanos activos en un mundo cada vez más conectado.

Entradas populares